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  • Foto del escritorosteopatiamalenka

TENGO ANSIEDAD...QUE ÉS? QUE PUEDO HACER?


La ansiedad es la consecuencia de vivir estados fuertes de estrés, ya sea por corto o por mucho tiempo. Vives estrés, cada vez que te tensas, apresuras, preocupas, agobias, aceleras o te presionas a ti mismx, cada vez que te guardas emociones, cada vez que te imaginas escenarios peligrosos en tu mente. En estos momentos de incertidumbre, es muy posible que estés o hayas vivido un episodio de estrés. En estos episodios, se altera nuestro sistema nervioso, tanto el simpático como el parasimpático, lo que se llama el Sistema Nervioso Autónomo (SNA). ¿Qué quiere decir esto? Que al alterar el SNA se alteran sus funciones, las funciones automáticas del cuerpo, las funciones que no son voluntarias: respiración, frecuencia cardíaca, dilatación, contracción de vasos sanguíneos, contracción y relajación del músculo liso en varios órganos, digestión, secreción de glándulas exocrinas, endocrinas, etc … Como puedes observar, gran parte del funcionamiento de nuestro cuerpo..


La indicación del SNA de modificar estas funciones proviene, principalmente, de tu Sistema Nervioso Central (SNC), que se conforma de la médula espinal y el tallo encefálico, y por otra parte, recibe las señales del hipotálamo. Es el SNC el que regula la información que entra del exterior para mandar la señal de lo que tiene que hacer. Es decir, si tu interpretas un peligro exterior, el SNC le manda al SNA una señal para que active las funciones necesarias para activar la defensa del cuerpo ante una situación de peligro (acelerar el ritmo cardíaco, etc). Cuando vives una situación con emociones fuertes, que no procesas o liberas de tu cuerpo, el hipotálamo sigue mandando la señal de que estás en peligro: es lo que conocemos como estrés cuando se perpetua en el tiempo. Hace tiempo leí un libro que ejemplifica lo que nos produce el estrés en nuestras vidas. El libro se llama “¿porqué las cebras no tienen úlceras?” y explica, entre muchas otras cosas, como a las cebras, en el momento en el que ven al león, se les activa el sistema simpático y salen huyendo del peligro. Una vez están fuera del alcance del león, el sistema simpático se desactiva y vuelven al sistema parasimpático: siguen comiendo, bebiendo tan tranquilamente. Todo el sistema vuelve a estar en harmonía. Sin embargo, nosotros, los humanos, no podemos huir fácilmente del león, pues el león es nuestro jefe, el despido que está anunciado en nuestra empresa, el alquiler o la hipoteca que tengo que pagar… y así se sobrecarga nuestro sistema, dañando poco a poco nuestro sistema por el estrés, hasta producir la úlcera a la que hace referencia el título, ya que al activarse el sistema simpático se altera el sistema digestivo, entre otras funciones del cuerpo. El cuerpo es el mejor de los mensajeros, pues refleja lo que nos está pasando, incluyendo el nivel mental y emocional. El cuerpo nos muestra los efectos de esta “sobrecarga eléctrica” en la podemos estar anclados.


En general, las sensaciones que se presentan en la ansiedad son todas las relacionadas con lo siguiente: dolor muscular, hormigueos, tensión, paralización, aceleración del corazón, opresión del pecho, temblor, frío o calor interno, mareos, cambios de visión, pitidos en los oídos, dolor de cabeza, pecho, espalda, estómago, caída de cabello, ganglios inflamados, pesadez física, alergias en la piel, etc..


Entonces… ¿qué puedo hacer?


Hay que ayudar a tu sistema nervioso a recuperar su equilibrio. ¿Cómo? aprendiendo a relajarte, a soltar, a dejar de interpretar todo lo que vives como un peligro, descargando la tensión física y emocional.


Pero sobre todo hay que darle crédito a tu cuerpo, confiar en él, saber que está haciendo lo mejor que puede para mantenerte en equilibrio, volverte su aliado en lugar de su enemigo, confiar en lo que hace y proveerle del alimento, ejercicio y descanso necesario para que por sí mismo se reponga.


La osteopatia ¿me puede ayudar?

La osteopatia craneosacral consiste en mantener en equilibrio el medio en el que funciona el sistema nervioso central, clave en la regulación de los ciclos de sueño. Se trata de técnicas manuales que proporcionan una intensa relajación, aliviando así la tensión de los tejidos y disminuyendo la ansiedad. El insomnio está íntimamente ligado a trastornos como la ansiedad y la depresión.


Para liberar esas tensiones,el osteópata craneosacral aplica cuidadosas manipulaciones muy suaves (y muy relajantes para el paciente) a los huesos del cráneo, cuello, vértebras, la base de la columna y del tejido blando del cuerpo para así liberar las restricciones de las membranas de los tejidos conjuntivos, equilibrando nuestro organismo.

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